El siguiente texto es una referencia sobre la patología indicada que no reemplaza la consulta médica con el dermatólogo pediatrico. Siempre debe consultar al profesional que sabrá orientarlo en el diagnóstico y tratamiento más adecuado para el paciente.

Dra. Ileana Esedim

Dermatóloga Pediátrica

La pediculosis es una afectación común en los niños que muchas veces llega a transformarse en un problema de la comunidad educativa o deportiva.

El piojo es un parásito del humano y se alimenta mediante succión de sangre. No tiene alas por lo cual no pueden volar y tampoco patas capaces de permitirle saltar. Se sostienen de los cabellos a través de sus 6 garras. Presenta en el abdomen 6 seis orificios por los que respira y que puede cerrar por más de 24hs para sobrevivir en medios como el agua o la arena.

Cada hembra pone entre 200-300 liendres cerca del nacimiento del cabello. Estos huevos se abren a los 7 días liberando nuevos piojos que harán su ciclo de vida.

El contagio es por contacto directo y estrecho (de cabeza a cabeza) con personas infestadas o al utilizar objetos infestados como gorros, peines, cepillos y otros.

El principal signo de infección es el prurito intenso de la cabeza, habitualmente más marcado detrás de las orejas y en la nuca. Esto se debe a la saliva que inocula el piojo al picar. Puede con el tiempo verse un pelo seco, opaco y lastimadura sobre el cuero cabelludo. Los cuadros crónicos pueden presentar ganglios inflamados detrás de las orejas y en la nuca.

Se deben tratar simultáneamente los familiares afectados y, de ser posible, los contactos escolares. De las acciones conjuntas depende el éxito del tratamiento.